Ocio y desarrollo infantil
La interrelación ocio y desarrollo humano siempre me pareció una cuestión de sumo interés para los Estudios de Ocio, a los que me he dedicado durante casi cuatro décadas. El resultado se puede ver en las numerosas publicaciones que aparecen en el apartado Publicaciones del blog manuelcuenca.es donde se publica este escrito. Preciso todo esto para que se me permita la licencia de no reiterar las fuentes que debieran confirmar mis afirmaciones y se me disculpe la intención de primar la reflexión sobre la mostración de argumentos ya difundidos.
En la infancia se inicia el sentido que tendrá el ocio en nuestra vida adulta y nada puede ser más seductor que el futuro para interrogarnos sobre el sentido del desarrollo, sea personal o social. A mi modo de ver, la desigualdad de oportunidades en el acceso al disfrute de un ocio positivo, capaz de desarrollar a las personas y las comunidades, no se distingue solo por el diferente poder económico que, evidentemente, diferencia unas sociedades de otras, sino también, y creo que fundamentalmente, por la desigualdad de acceso a una formación adecuada.
Parto de la consideración de que el ocio que experimentamos, y por supuesto de los niños, se puede y debe analizar desde dos vertientes diferenciadas: Recreativa y Re-creativa. El Ocio Valioso Recreativo hay que relacionarlo con las acciones que se caracterizan por la búsqueda del disfrute y la diversión en sí mismas, sin otra finalidad más importante. El Ocio Valioso Re-creativo lo asocio con la idea de re-crear, dar vida, regenerar y mejorar algo. Por esta razón lo entiendo como parte de un proceso orientado hacia el futuro y caracterizado por un horizonte de superación o prevención, que no encuentro en el ocio recreativo.
Disfrute y diversión tienen su raíz en la actividad en sí misma, es decir, orientada al presente; mientras que en la satisfacción que aporta la re-creación forma parte de un proceso orientado al futuro, donde aparece la superación y el cuidado de sí mismo. Estas dos vertientes de las prácticas y las experiencias de ocio son complementarias, siendo así como las dos caras de una misma moneda. Su diferenciación analítica estoy seguro que nos ayudará a comprender lo que quiero decir cuando hablo de sentidos del ocio.
El sentido o los sentidos que pueda tener el ocio para un niño o niña es responsabilidad de sus padres y educadores. Nadie, durante esos años, puede ser consciente de la importancia ni de la trascendencia posterior del tema; pero estaremos de acuerdo en que las experiencias de infancia quedan grabadas en nuestra memoria con mayor fuerza que otras posteriores. Eso indica que, ya de adultos, podemos volver sobre ellas para comprenderlas, asumirlas y, lo que es más importante, para ayudar a nuestros hijos y nietos, orientándolos hacia sentidos que sabemos van a ser para su bien. Esta es, sin duda, una manera de colaborar en su desarrollo integral como personas, además de abrirle el camino hacia muchos momentos de satisfacción y felicidad.
Manuel Cuenca Cabeza 14/11/2020
Manuel, me ha encantado la reflexión y la diferencia analítica que haces de Recreativa y Re-creativa. Sencillas ambas a la hora de entenderlas y de tratar de ponerlas en práctica. Gracias. Alazne