Conceptos de referencia

En el apartado ¿Por qué este blog? hacía ver mi interés de ayudar a quienes se interesan por el ocio humanista y valioso, así como la relación de estos conceptos con el desarrollo humano. Esto resultaría difícil sin la breve aclaración que sigue y que, a modo de glosario, pretende facilitar a quien lea los textos que se irán publicando su correcta comprensión.

No es la primera vez que hago esto. La mayor parte de los artículos que he publicado comienzan aclarando el punto de vista conceptual desde el que escribo y, normalmente, en casi todos mis libros se dedica algún capítulo o apartado a este mismo aspecto. Todo ese trabajo previo me ayuda ahora. Los textos que siguen están tomados de Ocio valioso (2014), en la mayor parte, y de Pedagogía del ocio: Modelos y propuestas (2004). Allí se explica con mayor detalle lo que aquí me limito a sintetizar, aquello que permite comprender el significado de los conceptos que interesan en este blog.

Tiempo libre

Es frecuente que se identifique ocio y tiempo libre, pero lo cierto es que son dos conceptos diferentes que conviene diferenciar. Tiempo libre señala un espacio temporal opuesto al del trabajo, un tiempo en el que la ausencia de obligaciones nos permite llevar a  cabo acciones de cualquier tipo, algunas pueden tener que ver con el ocio y otras no. El tiempo libre, en cuanto tiempo social, es algo objetivo, medible y cuantificable, lo tienes o no lo tienes; pero el ocio, que es una vivencia humana, se relaciona necesariamente con nuestra  vertiente personal y subjetiva. Podemos tener mucho tiempo libre y, sin embargo, no tener ocio. Es lo que ocurre cuando alguien dice que se aburre. Habitualmente la realización de las experiencias de ocio se lleva a cabo durante el tiempo libre, pero el tiempo que precede a la realización de una actividad de ocio, cuando se planifica o se desea, no tiene que ser necesariamente “tiempo libre”, ni tampoco su tiempo posterior.

Ocio

Podemos decir que ocio es todo aquello que realizamos las personas de un modo libre y sin una finalidad utilitaria sino, fundamentalmente, porque disfrutamos con ello. Eso explica que, a nivel popular, el ocio moderno se identifique con el descanso, las vacaciones, el espectáculo y la diversión, cuando puede ser mucho más. Como se ha dicho, el ocio no es el tiempo libre,  tampoco la realización de unas actividades que se denominan así y que pudieran gustarte o no. El ocio es una acción personal y/o comunitaria que tiene su raíz en la motivación, algo que deseas y te gusta, y la voluntad, algo que decides hacer libremente. El ocio se realiza de forma personal y/o comunitaria, de ahí que también se considere un  fenómeno social. Las experiencias de ocio son algo más que llevar a cabo unas actividades determinadas (un viaje, leer un libro, jugar un partido…), son vivencias  complejas que se inician cuando las estamos proyectando o deseando y continúan cada vez que disfrutamos recordándolas.

Ociosidad

Ocio y ociosidad son dos palabras distintas y, en la mayoría de los casos, de significados opuestos. La ociosidad, relacionada con el pecado capital de la pereza, se ha considerado tradicionalmente la causante de todos los vicios. Su oposición al trabajo viene desde muy antiguo y eso facilitó que se identificara con el ocio. En una cultura centrada en lo laboral, como ocurrió en la sociedad industrial, el ocio solo tiene sentido cuando es descanso; de otro modo no parece ser sino pereza. Sin embargo el ocio requiere acción, interior y/o exterior, y consciencia, mientras la ociosidad se caracteriza por la ausencia de ambos atributos. Afortunadamente la confusión que ha sufrido históricamente el ocio a partir de la ociosidad está desapareciendo en muchas sociedades occidentales, aunque se siga manteniendo en algunos países.

Ocio autotélico

Podemos decir que ocio autotélico es una experiencia vital y un ámbito de desarrollo humano que, partiendo de una determinada actitud ante el objeto de la acción, descansa en tres pilares esenciales: elección libre, fin en sí mismo (autotelismo) y sensación gratificante. El ocio autotélico se diferencia claramente de los otros tipos de ocio y, desde nuestro punto de vista, su realización se lleva a cabo a través de las dimensiones lúdica, ambiental-ecológica, creativa, festiva y solidaria representadas en la siguiente imagen:

Referencia

Aunque el referente tradicional en los estudios sobre el ocio han sido las prácticas recreativas, entendidas como manifestación exterior y objetiva de lo que hacemos, el estudio del ocio autotélico se centra en su carácter experiencial. La experiencia de ocio es vivencia humana subjetiva, libre, satisfactoria y con un fin en sí misma. Una vivencia que se caracteriza por enmarcarse en un tiempo procesual, estar integrada en valores, vivirse de un modo predominantemente emocional, no justificarse por el deber y estar condicionada por el entorno en que se vive.

Ocio humanista

Partiendo del concepto de ocio autotélico, en el Instituto de Estudios de Ocio de la Universidad de Deusto hemos orientado nuestra labor formativa e investigadora a partir del concepto de ocio humanista. Entendemos por ocio humanista aquel que defiende la dignidad de la persona y su práctica como derecho humano. Se reconoce como un ocio positivo que, favoreciendo la mejora individual y comunitaria, se sustenta en los tres valores fundamentales del ocio autotélico: libertad, satisfacción y gratuidad. Estos valores se complementan con otros importantes tales como identidad, superación y justicia. El ocio humanista es una vivencia gratificante, integral y compleja que no surge de un modo espontáneo, sino que requiere formación.

Ocio valioso

Ocio valioso es la afirmación de un ocio con valores positivos para las personas y las comunidades, un ocio basado en el reconocimiento de la importancia de las experiencias satisfactorias y su potencial de desarrollo. El adjetivo «valioso» enfatiza el valor social beneficioso que se reconoce en la práctica de determinados ocios, así como su capacidad de desarrollo humano, lo que no excluye que, quienes lo fomentan, puedan obtener otros tipos de beneficios, uno de ellos pudiera ser el económico.

El ocio valioso, en cuanto necesidad humana de satisfacción, disfrute, distanciamiento de la realidad y realización personal o comunitaria, se muestra de diferentes modos, en función de las mentalidades, tradiciones y culturas de los diferentes pueblos; lo que, en ningún caso, se puede obviar. De ahí que, a primera vista, no podamos identificar como ocio valioso el que nos ofrece la sociedad de consumo. Se trata de una experiencia compleja que no depende de la oferta y la demanda, sino que se relaciona con la percepción de los practicantes y los valores y potencialidades que objetivamente desarrolla.

Coordenadas del ocio

Las Coordenadas del Ocio son áreas diferenciadas en las que se realiza el ocio y que, desde el punto de vista de la investigación, la intervención o la docencia orientan su conocimiento, estudio y clasificación. Consideramos que el ocio puede manifestarse en cuatro coordenadas diferentes: Autotelica, Exotelica, Ausente y Nociva. Cada una de estas coordenadas tiene una manifestación y un tipo de vivencia de ocio diferente.

El ocio autotélico, como se ha indicado, se corresponde con las experiencias de ocio que se realizan de un modo satisfactorio, libre y por sí mismas, sin una finalidad
utilitaria. El ocio exotélico ve en su práctica un medio para conseguir otra meta y no como fin en sí mismo. Se refiere a experiencias que pueden ser libres y satisfactorias, pero que no se realizan por ellas mismas sino por lo que se consigue a través de ellas. Por ocio ausente entendemos la carencia de ocio, cuando un sujeto percibe la ausencia de vivencias libres, satisfactorias y gratuitas. Dicho en términos coloquiales, sería algo así como la percepción de un tiempo vacío, lleno de aburrimiento. Finalmente, llamamos ocio nocivo a las experiencias de ocio caracterizadas por la ausencia de libertad (personal o social), satisfacción (en el sentido de satisfacción interna) y/o gratuidad (referida a fin en sí mismo). Son, por tanto, experiencias de ocio deficientes, que carecen de uno o varios aspectos esenciales del ocio autotélico y, por ello, tienen unas de consecuencias negativas, individual o socialmente.

Dimensiones del ocio

Si las coordenadas del ocio señalan áreas de acción diferenciada que permiten una primera identificación de las experiencias de ocio, las dimensiones se refieren a las manifestaciones específicas en cada coordenada concreta. Las dimensiones del ocio responden a distintos modos de vivir el ocio y se relacionan con diversos ámbitos, ambientes, equipamientos y recursos. En cada una de las coordenadas del ocio antes señaladas podemos encontrar distintas dimensiones. Las más interesantes desde el punto de vista del ocio y del desarrollo humano son las del autotélico, en el que hemos identificado cinco dimensiones fundamentales: Lúdica, Ambiental-ecológica, Creativa, Festiva y Solidaria.

Educación del ocio

Es una denominación unida a procesos de aprendizaje de actitudes, habilidades, conocimientos, conductas y valores relacionados con las experiencias de ocio. Es parte esencial de la formación permanente y tiene una función importante en el desarrollo del potencial humano, el bienestar y la calidad de vida. La Educación del ocio nos sitúa ante ámbitos de aprendizaje desinteresado y acciones gratificantes. Tiene que ver con la revalorización de lo cotidiano y lo extraordinario, así como de las experiencias creativas y lúdicas o la vivencia de valores tales como libertad, participación, solidaridad y comunicación. Es un proceso a lo largo de la vida que, como el ocio, evoluciona con nosotros mismos, con nuestras necesidades, capacidades y circunstancias. Su objetivo constante es aumentar las opciones, personales y comunitarias, para tener experiencias de ocio de calidad.

La pedagogía del ocio

Cuando el proceso educativo del ocio se hace sistemático y es posible estudiarlo como una disciplina académica más hablamos de Pedagogía del ocio. Ella es una parte de la ciencia que organiza los conocimientos diacrónicos o sincrónicos relacionados con la experiencia de ocio y  su acción educativa. La Pedagogía del ocio es la Educación del Ocio sistematizada y organizada, de manera que nos proporciona reflexión, comprensión, estudio científico y propuestas de mejora.