Aportaciones del concepto Itinerario a los Estudios de Ocio
Aportaciones del concepto Itinerario a los Estudios de Ocio
El interés práctico que ha despertado el estudio de los itinerarios de ocio radica especialmente en su valor predictivo. Disponer de información relevante acerca de la evolución general de los patrones de ocio en los distintos momentos de la vida hace posible prever la vivencia de momentos críticos, etapas de máxima potencialidad desde el punto de vista del desarrollo personal y social o periodos en los que el ocio, requiere la puesta en marcha de medidas de intervención concretas, ya sean éstas educativas, psicológicas y comunitarias.
Más concretamente, el estudio de los itinerarios de ocio puede tener una incidencia considerable en la orientación de la oferta educativa ,la segmentación de la acción o la orientación de estrategias de intervención en ocio, a partir de la detección de estilos de ocio que entrañen cierto riesgo entre distintos grupos de población. Bien por la escasez o falta de ocio (ocio ausente), por su direccionalidad (negativa) o por los atributos que caracterizan las experiencias de ocio, por ejemplo, excesivamente sedentarios, pasivos, con claros desajustes en el desarrollo de las dimensiones del ocio. La identificación precoz o, al menos, a tiempo de estas circunstancias, puede inspirar las políticas de ocio y los modelos educativos. Este tipo de información constituye, además, la materia prima necesaria para la intervención educativa, el counseling o la educación del ocio.
También para la promoción de estilos de ocio óptimos y duraderos a través de la adherencia al ocio. La garantía de la satisfacción como pieza principal para promover la continuidad, junto con la direccionalidad positiva del ocio desarrollado, son algunos de los ingredientes necesarios para conseguir que el ocio se experimente como un factor de desarrollo personal. Sin el libre deseo de continuidad, que explica la adherencia al ocio, se coarta la naturaleza procesual del ocio y se limitan todas sus potencialidades a largo plazo.
Lejos de la aproximación al estudio del ocio desde el tiempo libre o la actividad, la investigación actual avanza con la sólida convicción de que el ocio es, ante todo, una experiencia personal compleja, centrada en actuaciones queridas, con un fin en sí mismas y con implicaciones individuales y sociales. Sin renunciar a su carácter social, la experiencia de ocio se adentra en el terreno de lo subjetivo y adopta distintas expresiones, intensidades y significados que enriquecen su esencia pero que, sin duda, plantean un complejo reto en su estudio.
La consideración del ocio como experiencia a lo largo de la vida ha puesto de relieve su legitimidad como proceso que se materializa en un itinerario de ocio. El concepto de itinerario aplicado al fenómeno del ocio se ajusta perfectamente a su carácter procesual y a la necesidad de incorporar, a su estudio, un enfoque holístico que permita entender el ocio en el marco de la unidad dinámica y psicosocial que es la historia de ocio de una persona.
El concepto de itinerario de ocio se revela, a la luz de la investigación, como una herramienta válida para el estudio del ocio a lo largo de la vida. Por un lado, por su ajuste a los presupuestos teóricos en los que descansa la investigación actual sobre el ocio: su valor experiencial y su carácter procesual. Pero también por su capacidad para analizar, explicar y predecir los cambios que afectan al ocio en las diferentes etapas de la vida, sentando así las bases de potenciales intervenciones que contribuyan a consolidar el papel del ocio como factor de desarrollo personal.
Más información:
María Jesús Monteagudo y Manuel Cuenca, Los itinerarios de ocio desde la investigación: tendencias, retos y aportaciones [ 131 ] sips – pedagogía social. revista interuniversitaria [1139-1723 (2012) 20, 103-135] • tercera época